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EL COMIENZO DEL CURSO EN LOS MÁS PEQUEÑOS

Tal como propone la legislación vigente que regula la etapa escolar de Educación Infantil, es muy importante que exista un periodo de adaptación que facilite la primera incorporación de los alumnos y alumnas al centro escolar. A nivel general se denomina periodo de adaptación al conjunto de acciones destinadas a favorecer y hacer más llevadero el cambio de una situación a otra diferente. Así, tras el ansiado y esperado verano, llega la temida incorporación al curso escolar, que, en los más pequeños/as, y sobre todo en aquellos que se incorporan por primera vez a la vida escolar, supone todo un reto. Pues bien, para facilitar este cambio, existe el periodo de adaptación.

Se denomina periodo de adaptación al tiempo inicial de preparación del niño/a para que vaya adaptándose a la escuela, a sus compañeros y compañeras, a las rutinas escolares, a sus maestros y maestras, al espacio, en definitiva al colegio en general; una adaptación destinada sobre todo a los sentimientos y las emociones.

Son muchos los cambios a los que se enfrenta todo alumno/a al empezar el colegio. Por un lado, pasa de un lugar que conoce y en el que se siente seguro, como es su ambiente familiar a otro en el que todo es desconocido para él. Por otro lado, tiene que adaptarse y cumplir una serie de normas que antes, y en muchas ocasiones, se pasaban por alto; sin embargo, ahora tiene que cumplirlas. Además, el hecho de alejarse de su figura de apego, supone todo un reto; ahora tiene que convivir en el aula con caras nuevas, tiene que aprender a compartir los juguetes, en definitiva, ya no es el único y principal protagonista, sino tiene que convivir y relacionarse con sus iguales.

Cabe decir que este cambio radical no solo afecta a los alumnos/as, las familias también sufren una adaptación, ya que se tienen que separar de los más pequeños. Y lo mismo ocurre con los docentes, que también tienen que adaptarse, interesarse por conocer a los niños, y conseguir que éste disfrute y se sienta cómodo y seguro en el ambiente escolar, para así hacer más fácil su adaptación.

Pero, ¿cuánto dura y en qué consiste dicho periodo? Suele durar unas dos semanas aproximadamente, comenzando el primer día de curso escolar. Consiste en ir aumentando cada día el número de horas que los alumnos/as asistan al colegio; así por ejemplo, los primeros días van dos horas, luego tres, cuatro, hasta llegar a completar las cinco horas lectivas. También el algunos centros, cada clase es fragmentada en varios grupos, dos o tres, y cada grupo tiene una hora diferente de llegada. En el periodo de adaptación, familia y escuela deben trabajar de forma cooperativa para que todo se produzca de la mejor manera posible. Para ello, tanto docente como familiares deben cumplir sus funciones.

Es posible que durante este periodo puedan aparecer en el niño conductas de rechazo. Dichas conductas son consideradas como algo normal, que hay que entenderlas, sobre todo por parte de las familias, como algo natural. Hay niños/as, que desde el punto de vista somático, pueden tener alteraciones de sueño, de alimentación, incluso vómitos. Otros, sienten ansiedad ante la separación y pueden sentir abandono, miedo, o pueden tener incluso comportamientos agresivos. Además se observa, desde el punto de vista afectivo y social, que la manifestación más generalizada es el llanto. También se dan casos de niños que no lloran y participan en la escuela de forma resignada porque la actividad les resulta novedosa, pero en el hogar manifiestan conductas negativas; niños que lloran y se niegan a ser atendidos por personas extrañas y desconocidas para ellos; niños que se mantienen aislados, que no participan, no se relacionan; o niños que se aferran fuertemente a algún objeto que traen de casa, participan en clase pero siempre con el objeto en la mano.
Para facilitar el periodo de adaptación, el maestro/a debe actuar con amabilidad y cariño, para crear seguridad en el niño/a. Además, debe hacer de la clase un lugar mágico, por lo que la debe decorar de forma llamativa y alegre, y conseguir un ambiente en el que el niño/a se sienta cómodo y seguro, colocando zonas y juegos que inviten a experimentar, y materiales que cumplan las condiciones necesarias de seguridad. Sus principales funciones deben ser: conocer a cada uno de sus alumnos y alumnas, con sus características individuales, preferencias y gustos; que el niño/a asimile con naturalidad su separación del medio familiar; lograr que el ingreso en la escuela se produzca de forma que el niño/a lo asuma como una continuidad de su familia y sin la sensación de haber sido abandonado; favorecer las relaciones entre iguales; tener un primer encuentro con las familias en el que se sienten las bases para una colaboración conjunta durante todo el curso, así como tener un clima de confianza con ellas; iniciar nuevos hábitos en los niños y ayudarles a ello; conseguir que el niño establezca vínculos afectivos con el educador/a, que se exprese y que se sienta integrado en su grupo clase y en su grupo de iguales; proporcionar los materiales necesarios, que cumplan las condiciones de seguridad; así como organizar actividades adecuadas para este periodo.
Son variadas y abundantes las actividades que se pueden realizar durante el periodo de adaptación. Estas actividades tienen que ser estables y rutinarias, como por ejemplo, primero, guarda y cuelga sus pertenencias en su perchero; segundo, la asamblea; tercero, actividades en grupo; cuarto, juego por rincones.
También hay que destacar la importancia de la llegada al centro escolar cada mañana que tiene una importancia crucial en el periodo de adaptación. Los maestros/as organizarán actividades divertidas para los niños con regalos de bienvenida., para que así tendrán hagas de volver al día siguiente. Otras actividades adecuadas para este periodo pueden ser: actividades dirigidas a conocerse mutuamente; actividades encaminadas a conocer el centro y sus dependencias; actividades manipulativas con diferentes materiales como la plastilina, y la pintura de dedos; actividades en grupo, como cantar, bailar o recitar poesías; o actividades de psicomotricidad que contribuyen a la socialización y al disfrute.
A pesar de que en ocasiones el periodo de adaptación no es valorado de forma positiva a los padres, ya que encuentran problemas para adaptarse al horario debido principalmente a temas laborales, se le debe dar la importancia que requiere, ya que no se trata de complicarles la vida a los padres con los horarios de clase partidos, sino de ayudar a los niños a hacerles más llevadero este cambio tan radical.

BIBLIOGRAFIA

RODRÍGUEZ DELGADO, J.M. (Madrid, 2001). "La mente del niño. Cómo se forma y cómo hay que educarla". Editorial Aguilar.

CARMEN IBÁÑEZ SANDÍN, (1998) "El proyecto de Educación Infantil y su práctica en el aula". La Muralla. Madrid.

 ANA MARIA PRUAÑO, 
MAESTRA DE INFANTIL
Publicado en  Revista virtual gratuíta de Aulainfantil | 08/04/2011 | ISSN 1578-4207 | Nº. 354
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QUE CANTEN LOS NIÑOS

Seguimos despues de muchos años sin escucharlos y son tantos los que estan cantando con su lloro y penas que no escuchamos sus voces....pensemos en ellos cada dia un poco,hagamos pequeños gestos con los que tenemos al lado...todos necesitan un poco de Amor....no los dejemos de querer nunca,son inocentes expuestos ha este Mundo voraz y materialista.