Muchas personas piensan que los niños que hacen énfasis en el juego y en las actividades iniciadas por ellos mismos realmente aprenden.
Algunos padres y docentes están familiarizados con la expresión “El juego es el trabajo de los niños“, haciendo distinción entre el trabajo y el juego. Por ejemplo para ellos el trabajo lo definen como una serie de tareas estructuradas tales como las hojas de tareas que los niños completan para aprender el abecedario y los números.Realizar con ellos ejercicios de fonética o números, es visto como una preparación para aprender el abecedario y los números. Este tipo de actividad es considerada como valiosa y relevante para el éxito académico.
Muchos niños presentan dificultades en el preescolar y el primer grado ya que los docentes realizan énfasis en las destrezas académicas en la enseñanza tradicional cuyo énfasis es la memorización desde temprana edad. Esto sucede porque se ha comprobado que este tipo de aprendizaje de memorización pura y de gran abstracción no es apropiada para los niños pequeños, ya que la pura memorización no garantiza que los niños realmente comprendan lo que están aprendiendo.
Si no están listos para comprender lo que les enseñamos y no están motivados a aprenderlo, más adelante no estarán capacitados ni motivados para poner en práctica sus nuevas destrezas.
Por Rosa Rodríguez Jaén – Lic en Educación Inicial.14-9-2017
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