Está demostrado científicamente, que los niños que han crecido en compañía de animales tienen menos miedo, desarrollan sentimientos positivos y de empatía con todos los seres vivos. Además favorece:
• La estimulación para el desarrollo psicomotor y del lenguaje, en los niños y adolescentes.
• Mejoras de la comunicación no verbal, altos niveles de autoestima, popularidad y competencia social.
• Positivamente las actitudes de los niños sobre sí mismos y respecto a los demás.
• El desarrollo de diversas áreas incluyendo el amor, los afectos y confort; aprendizaje sensitivo-motor y no verbal, la responsabilidad, el aprendizaje sobre el ciclo de vida; empatía, la conciencia ecológica, y responsabilidades éticas.
Otros estudios documentan que los niños expuestos a animales de compañía durante la primera etapa de la vida, mejora la función inmunitaria:
• Menos alergias y menos sibilancias en el asma en niños expuestos a animales de compañía durante la infancia.
• Protección contra el asma y las alergias en adultos de 28 años expuestos a animales de compañía durante la infancia.
Caretas de animales: