Si
crees que rodearse de cosas bonitas no es una frivolidad y que la
estética no es solo una cuestión de forma sino de fondo, no un tema
superficial sino una declaración de principios de largo alcance,
entonces estarás de acuerdo en que esto también es cierto para los
niños.
Decía
Francesco Tonucci en una reciente conferencia que la escuela debería
proporcionar un entorno rico, que solo entrar allí fuera ya un acto
educativo, y que los espacios deberían ser adecuados con el mismo
criterio y cariño con el que decoramos nuestras casas. Todos nos
sentimos mejor si nuestra casa nos parece bonita, siempre es más
agradable trabajar en un entorno acogedor y, sin duda, todos intentamos
personalizar y mejorar los espacios en los que nos movemos.
Después
de oir a Tonucci decido hablar con las dos personas que más saben de
juego infantil que conozco para preguntarles acerca de la importancia de
la estética en los juguetes – que, al fin y al cabo, son las
herramientas de trabajo de los niños – y en los espacios de juego y
aprendizaje.
Carmen y Claudia, de Jugar i Jugar,
explican que la estética de los juguetes es importante: “Tienen que
ser agradables a la vista, sin colores estridentes y preferiblemente de
materiales naturales. Esto liga con la funcionalidad, porque una
estética simple cede el protagonismo al niño. Además, la estética es
importante por dos motivos más. Uno, igual que hacemos los adultos, es
más fácil tratar con cuidado y aprecio aquellos objetos que nos gustan. Y
dos, si a nosotros nos gustan los juguetes de los niños, transmitimos
un respeto y cariño hacia estos objetos que harán que ellos los vean con
otros ojos y los vivan y jueguen de otra manera.”
También insisten en la importancia de la disposición de esos juguetes en el espacio, en función de cuatro criterios principales:
-
El orden: “Es la base de un espacio armónico, y facilita que los niños
se puedan responsabilizar de él y mantenerlo con autonomía. Tres son los
elementos clave: la cantidad (limitada), la facilidad para ordenarlos y
la disposición.”
-
La flexibilidad: “Los espacios deben adaptarse a las necesidades de los
niños y adultos que los habitan. La flexibilidad facilita plasticidad
en la actitud y la generación de ideas. Un espacio flexible nos habla de
personas flexibles a su cargo”.
-
La autonomía: “Poder acceder a los materiales libremente permite
satisfacer la necesidad interna de exploración, descubrimiento y
aprendizaje de los niños y niñas. De esta forma no solo respetamos sus
necesidades sino que además favorecemos un aprendizaje mutuo, porque el
profesor o acompañante recibe constantemente mensajes de las necesidades
de los niños”.
-
Diversidad de materiales: “Dentro del aula deberíamos poder encontrar
materiales de diferentes áreas de interés o incluso de exigencias
curriculares. También es importante mencionar que de una misma área
conviene que haya al menos dos o tres materiales distintos porque no
todos los niños responden igual a todos los materiales.”
Escola Congrés Indians |
Esto,
que es válido para casa, me lo cuentan pensando en la escuela y me
resumen así su visión de la importancia de la estética en ese espacio:
“Cuando
entramos en un aula, igual que cuando entramos en una casa, podemos
recibir mucha información de las personas que viven en ella. En el aula
lo vemos por el tipo de materiales, la decoración, el orden, la
disposición del mobiliario, los trabajos infantiles expuestos, el uso de
mesas y sillas…
Espacios
y materiales no son indiferentes ni para los niños ni para los adultos.
Sabemos que las características de los materiales influyen en el
aprendizaje, en las conductas, las relaciones, las sensaciones y
sentimientos que se despiertan.
Los
niños y niñas aprecian lo mismo que los adultos: espacios amplios, bien
ventilados, luminosos, no cargados. Cuando un espacio respira y es
agradable los niños se encuentran mejor y pueden concentrarse más rato
Diferentes
pedagogías que han hecho un trabajo profundo al respecto basan buena
parte de su filosofía en la importancia de los espacios. Así, la
pedagogía Reggiana nos habla de espacios para ser y estar. En la
pedagogía Waldorf, el contacto con la naturaleza es importante, y
también dan valor a los materiales hechos por los propios niños,
maestros y padres. Para la pedagogía Montessori, la autonomía de los
niños en los espacios es uno de los principios más importantes.”
Escola Congrés Indians |
Decidida a comprobar la aplicación práctica de estas teorías, me pongo en contacto con Astrid Ruiz, directora de la Escola Congrés-Indians,
una escuela pública de educación viva y activa. Esta escuela, que
actualmente está en barracones a la espera de tener lista su ubicación
definitiva, no ha abandonado por ese motivo los criterios estéticos a la
hora de acondicionar sus espacios. Por el contrario, es un elemento
imprescindible en su proyecto educativo, que se centra en un
acompañamiento respetuoso y una atención exquisita a los aspectos
emocionales.
La escuela, que este curso tiene alumnos de P3 y P4, se
organiza por:
- Ambientes libres (arte, laboratorio de los sentidos, juego simbólico…) y
- Talleres (agua, lenguaje matemático, música…).
En su breve
experiencia de dos cursos han podido constatar que el funcionamiento ha
mejorado y que las cosas fluyen mejor este segundo año pese a tener el
doble de alumnos. ¿Una diferencia? La mejora en la disposición de los
espacios y los materiales.
Visito
los ambientes en funcionamiento durante la entrada relajada de la
mañana, en que niños y padres circulan por la escuela como si estuvieran
en casa, en un ambiente calmado, familiar y agradable, muy lejos del
bullicio apresurado o del silencio obligado que solemos asociar al
inicio de las clases. De hecho, no hay clases, hay solamente unos
espacios bonitos, muy pensados, con “provocaciones” que invitan a la
exploración, a la acción, a la reflexión. La decoración y la disposición
de materiales y mobiliario es un reflejo de la filosofia subyacente.
Uno
de los espacios que más me impresionan es L’Atelier della luce, donde
se puede experimentar con las posibilidades creativas, artísticas,
técnicas y científicas de la luz.
Escola Congrés Indians |
Isabel Rodríguez, la maestra responsable del ambiente, me escribe esta reflexión:
“Cuando
hablamos de estética en el contexto de nuestra comunidad educativa nos
referimos, obviamente, a preparar espacios amables, funcionales y ricos
tanto para las familias, como para los trabajadores del centro y, por
descontado, para los niños y las niñas. En este sentido, hablar de
estética en la escuela es incorporar un compromiso ético con la dignidad
de las personas que la habitan. Pero también es una responsabilidad
pedagógica que permite a los niños y niñas establecer diálogos propios y
particulares con los elementos del entorno. Para ello es imprescindible
la sorpresa, la provocación y la novedad que dispone y ordena la
estética.
Es
de justicia decir que la inspiración viene dada de la visita que
hicimos a las escuelas maternales e infantiles de Reggio Emilia
promovidas por Loris Malaguzzi, los textos de Alfredo Hoyuelos y el
apoyo y asesoramiento de Paola Soggia que fue un soplo de aire fresco
para el planteamiento de una de las bases fundamentales de nuestra
metodología: los ambientes de trabajo y circulación libre.
Asumir
la estética como parte propia y elemento de identidad de nuestra
cultura escolar ha permitido a los niños y niñas explorar los elementos
con asombro, deteniéndose en los detalles y dando alas a la capacidad
innata de la infancia de maravillarse con la vida siendo ellos, ahora,
los que no nos permiten dormirnos pues, tal como me dijo una niña, hace
pocos días ante una alfombra dañada, “Isabel, has de cambiarla porque
necesitamos algo más bonito”.”
Salgo
de la escuela con una sensación de bienestar y relajación. Ahora
entiendo mejor algo que leí en el blog Cafè Pedagògic: “No se trata de
generar belleza porque sí, sino de entender que la belleza es un derecho
fundamental del ser humano y que afecta a su estado de ánimo y a su
psicología.” Así, la belleza se convierte en un “raggio di luce” tras el
cual vendrá una nueva manera de mirar las cosas, de aprender, de vivir.
Escola Congrés Indians |
Gracias
a Carmen y Claudia, de Jugar i Jugar, y a Astrid e Isabel, de la Escola
Congrés-Indians, por el asesoramiento para la elaboración de este
artículo así como por el entusiasmo y dedicación que ponen en su
trabajo.
Todas
las fotos excepto la segunda (que pertenece al catálogo de Jugar i
Jugar) han sido cedidas por
la Escola Congrés-Indians y reflejan algunos
de sus ambientes.
Por Elena
Publicado en www.kireei.com