"Educad a los niños. Educadlos en la tolerancia, en la solidaridad.
Transmitirle lo más importante que tenemos: la herencia cultural".
Aldecoa, Josefina
No es ningún secreto que la integración es un objetivo de vital importancia que todos los docentes pretenden alcanzar. Continuamente tenemos problemas en el aula por parte de los alumnos a la hora de aceptar a un compañero extranjero, niños y niñas que se niegan a realizar algunas actividades porque las
consideran propias del sexo opuesto o simplemente podemos experimentar un rechazo hacia uno de sus compañeros porque presenta algún tipo de diversidad. Una de las
mejores soluciones para solventar este problema es elaborar tareas en las que los
estudiantes tengan que trabajar de forma lúdica codo con codo, sin forzar la situación. Pero, ¿cómo lograr esto? Podemos resumir la respuesta en tres palabras: feria de juegos . también conocida como Kermesse.
Esta experiencia ya se ha llevado a cabo con éxito en centros educativos de Málaga. Para ello es primordial la colaboración de todo el equipo docente, actuando desde todas las áreas curriculares, por lo que además estamos favoreciendo la interdisciplinaridad. Al principio, muchos profesores se muestran reacios a intervenir en esta iniciativa, pues piensan que va a suponer un gran trabajo extra para ellos, pero realmente son los propios alumnos los que van a organizar la actividad, y nosotros sólo vamos a adquirir el rol de guía.
¿Cómo creamos una feria de juegos? Los tutores dividirán el aula en grupos homogéneos. Cada grupo se encargará de investigar acerca de juegos típicos populares; si tenemos niños extranjeros esta actividad
puede ser muy enriquecedora porque así tendrán la oportunidad de dar a conocer a sus
compañeros la cultura de sus países de origen.
Cada grupo tendrá que montar en el patio del colegio el stand del juego que haya
seleccionado, encargándose de todo lo necesario para su desarrollo (música,
materiales, reglas, organización...).
Cuando todas las actividades estén montadas se les dará a cada niño una hoja en la que aparezcan los nombres de cada uno de los juegos. Esta hoja la deberá llevar el alumno durante todo el tiempo para que los organizadores de los puestos puedan poner una marca, de esta manera se asegura que el niño participa en todos los juegos propuestos, entre otros podemos destacar los siguientes:
●Un parchís humano: los niños son las propias fichas de un tablero que previamente se ha dibujado en el suelo y cuyo dado han construido ellos mismos con cajas de cartón.
● Taller de cuentacuentos donde los niños entraban en una tienda de campaña de gran tamaño adecuadamente decorada y los organizadores del juego narran cuentos a sus compañeros. Esta actividad suele tener mucha aceptación, sobre todo con los pequeños de Educación Infantil y los del primer ciclo de Primaria.
● Bolos: en las clases de Educación Artística, los alumnos hacen bolos “gigantes” de múltiples colores con
papel maché y en la feria de juegos montan una divertida bolera en la que tanto niños como maestros ponen a prueba su puntería.
● Circuíto de coches teledirigidos.
● Circuíto de bicicletas.
● Juegos deportivos, como baloncesto y fútbol.
● Carreras de sacos.
Como se podrá comprobar, esta actividad es muy enriquecedora en lo que se refiere a las relaciones entre el alumnado. Da la oportunidad de que los niños se relacionen más entre ellos, se conozcan mejor y aprendan
a colaborar y trabajar en grupo, incluso de aceptar puntos de vista diferentes a los propios. También fomenta el desarrollo de la responsabilidad de los mismos y el respeto mutuo.
Por supuesto, cubre uno de los objetivos que nos trae de cabeza a todos los docentes:
integrar al alumnado inmigrante de manera que sea aceptado por el resto de los compañeros. Con la feria de juegos estamos facilitando un intercambio cultural en ambos sentidos y aprovechamos para que estos niños
extranjeros cuenten a los demás discentes cómo es su país de origen, cúales son los juegos populares como por ejemplo:
● The River (juego de origen ruso): Los jugadores forman dos filas, una frente a la otra. Cada pareja se coge de la mano y los últimos tienen que pasar por el pasillo formado por el resto de los jugadores al ritmo de la canción que irá variando (si se puede conseguir que la música sea tradicional rusa, aumentaremos el intercambio cultural).
Cuando esto suceda, también cambiará la altura del pasillo, de forma que los alumnos que están en el centro, tendrán que pasar agachados.
● Danzas populares: donde se pondrán en común las distintas danzas del mundo: desde el tango y el carnavalito hasta los bailes populares griegos y rusos.
● El zar y los campesinos ( originario de Rusia). Se elige un jugador para que represente el papel de zar. Los demás alumnos son campesinos y se encuentran algo alejados del zar. Los campesinos colectivamente
representará un oficio. Cuando el zar lo acierte, los campesinos tendrán que correr para refugiarse en la granja que será un lugar previamente determinado. Si el zar pilla a un campesino antes de que llegue a la granja, éste se convertirá en zar, y el que era zar pasará a ser campesino.
Como vemos, se trata de una serie de actividades llevadas a cabo por alumnos y profesores que si son trabajadas a conciencia, con entusiasmo y de una manera cooperativa, podemos trabajar múltiples aspectos
educativos de una manera divertida y entretenida.
Si además, los maestros participamos de estos juegos como si fuéramos uno más de los niños, conseguiremos una perfecta jornada de convivencia y estrechar los lazos entre los alumnos y los docentes, lo que facilitará las
futuras sesiones educativas y, a la larga, el proceso de enseñanza-aprendizaje.