No maten al , presente en germen en los pequeños, ni los transformen en hormigas para que sostengan la vida del hormiguero. Poco importa que el esté más o menos colmado. Importa que sea más o menos hombre…
No los llenen de fórmulas vacías, sino de imágenes cargadas de estructuras, de valores, que los ayude a enfrentar la vida con dignidad…
No los llenen de conocimientos muertos. Y en cambio ayúdenlos a forjar un estilo propio…
No juzguen sus aptitudes por su aparente facilidad para una cosa u otra. Porque tiene más mérito el que más trabaja venciéndose a sí mismo. Y para juzgarlos consideren siempre en primer lugar su amor…
Enséñenles el respeto, y no la ironía, que los hace ir para atrás y despreciar los rostros de sus hermanos o compañeros. Ayúdenlos a luchar contra los lazos del por los bienes materiales, para que no se endurezcan…
Enséñenles a rezar, porque con la plegaria se dilata el alma.Les enseñarán el del amor. Porque a éste nadie lo puede reemplazar. Y recuérdenles que el amor egoísta, el excesivo amor de sí mismo es exactamente lo contrario del amor…
Corrijan en primer término la mentira y la delación.Recuérdenles que solamente la fidelidad nos hace fuertes. Y que no puede fidelidad en un y no en el otro. El que es fiel, es siempre fiel. Y no es fiel quien es capaz de traicionar a otros…
Les enseñarán de a poco el perdón y la caridad.Enséñenles la maravillosa colaboración de todos por todos y por cada uno…
Si son fieles a todo esto que les he dicho, entonces el se apresurará a cruzar corriendo el desierto para reparar la rodilla de un humilde peón. Porque sabrá que ambos son vehículos ,mensajeros del amor…
Y entonces el no será el paradigma del corrupto, como tanta gente cree, y tantos políticos se encargan de que así lo crean…
Y el empresario sabrá que cada uno de sus obreros lleva atrás una , tan digna como la propia y que todos y cada uno de esos rostros valen más que todo l0 que tiene, que son su mejor capital…
Entonces el no se aprovechará de la sencillez y el sufrimiento de la gente.Y el y el soñarán no tanto en construir la mejor de las mansiones con la más infranqueable de las murallas, sino un barrio de casas digna para la gente sencilla…
Entonces el sacerdote pastoreará a su rebaño, y en vez de vivir de su lana y cuidar de las ovejas fuertes que adulonamente le dicen que es una monada, saldrá a campear a las más débiles, a las más alejadas, a las que por mil circunstancias andan heridas en los desfiladeros de la vida y necesitan buscadas, entablilladas con delicadeza y cargadas sobre sus hombros, que es propiamente lo que los define como sacerdotes: el hacemos cargo de los otros…
Entonces la excelencia de nuestra y de nuestra no será un lujo al que acceden unos pocos, como cada vez más está sucediendo, sino lo que debe ser: un derecho inalienable del pueblo al que acceda con la naturalidad con que un niño mete su jarrito en el pozo para tomar la mejor de las aguas…P. Ángel Rossi
Por Lic.Mónica M.Rubio
Pubilado en xlsus.com