En Halloween los niños y jóvenes se
disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de
puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase “truco o trato“, “dulce o truco” o “dulce o travesura” (proveniente de la expresión inglesa trick or treat).
Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de
recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario
se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más
común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta.
Pues bien, Halloween o Hallowe’en o Noche de Brujas es una fiesta proveniente de la cultura celta. Esta palabra es una derivación de la expresión inglesa All Hallow’s Eve
(Víspera del Día de los Santos). Se celebraba en los países
anglosajones, principalmente en Canadá, Estados Unidos, Irlanda y el
Reino Unido. Pero actualmente se celebra en casi todos los países
occidentales con mayor o menor presencia.
Sus orígenes se remontan a los celtas, y la fiesta fue exportada a los Estads Unidos por emigrantes sobre todo irlandeses en el siglo XIX, más o menos hacia 1846.
La historia del Halloween se remonta a
hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del
verano, precisamente el día 31 de octubre de nuestro calendario. El
ganado era llevado de los prados a los establos para el invierno. Ese
último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios
y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar.
Para evitarlo,
los poblados celtas ensuciaban las casas y las “decoraban” con huesos,
calaveras y demás cosas desagradables, de forma que los muertos se
guiaran por medio de estos hasta llegar a un lugar mejor. De ahí viene
la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual
víspera de todos los santos y también los disfraces.
El recorrido infantil en busca de golosinas probablemente enlace con la tradición neerlandesa de la Fiesta de San Martín.
Desde Italia, tomando los dominios celtas, llegaron los romanos. Éstos
ya tenían ocupados los últimos días de octubre y principios de noviembre
con festividades que llamaban “Las Fiestas de Pomona”, dedicadas a la
diosa de los árboles frutales (era algo así como la vendimia o
celebración de la cosecha), por lo que se mezclaron frutas con malos
espíritus para celebrar este día. Las manzanas eran muy populares y
pronto fueron parte de las celebraciones.
La Iglesia Católica decidió sustituir en
la tidat de 730-740.Esta festividad fue establecido por el Papa Gregorio
III el 1º de Noviembre por la de la Todos los Santos (canonizados
o no) en su intento de eliminar el paganismo y librarse de la
competencia religiosa, y en el año 837 d.C. fecharon el 1 de noviembre
como el Día de Todos los Santos, llamado en Inglaterra (traduciéndolo
literalmente) “All Hallows’ Day” o Hallowsmass (otras
fuentes datan este hecho dos años antes, en el 835 d.C.; una duda que la
historia aún no ha resuelto). Por ser una fiesta muy popular se
acostumbró celebrar también una víspera (palabra que en inglés se
traduce Eve) la noche anterior, a la que se le llamó “All Hallows’ Eve” (Víspera de Todos los Santos).
Debido a la costumbre inglesa de contraer los nombres para una
pronunciación más rápida y directa, esto derivó en el definitivo “Halloween“,
aunque la fiesta religiosa original nada tiene que ver con la
celebración del Halloween actual, con disfraces y dulces para niños.
Esta pieza musical que pongo a
continuación para oir mientras nos ilustrarnos sobre Halloween fue
compuesta por Carl Orff, y pertenece su obra “Carmina burana”: