El oficio de ser padres no se estudia en
ninguna parte. Sólo se aprende dìa a dìa junto a nuestro MEJOR MAESTRO,
que es nuestro hijo.
Cada uno de nuestros hijos e hijas requiere de nuestra atenciòn especial e individualizada.
A pesar que compartan edad, escuela y
ambiente socio-cultural-familiar son personitas diferentes, diversas y
con inquietudes, necesidades y exigencias individuales a las que tenemos
que contemplar y responder adecuadamente.
Todos los niños son iguales pero, a la
vez, diferentes. Con frecuencia, las estrategias empleadas con nuestro
hijo mayor no funcionan con el menor simplemente porque ES OTRA PERSONA
con sus particularidades de ser ùnico.
La tareas de papàs NO TERMINA ni CESA NUNCA, pero es una de las TAREAS MÁS NOBLES DEL SER HUMANO.
Ser padres de un niño con alguna
enfermedad crònica implica, ademàs, una objetividad tal que permita
contemplar a nuestro hijo en todo su SER y VALORARLO COMO ES y LO QUE PUEDE SER.
El hecho que sufra de una enfermedad
crònica deberìa ser considerado como un desafìo y un pretexto para que
sus padres le ayuden, en primer lugar, a conocerse y a demostrar mejor
sus aptitudes y habilidades; sacando provecho de sus potencialidades.
El saber el nombre de la patología que afecta a una persona no dice todo acerca de su futuro y de sus posibilidades potenciales.
Como padres debemos tener en cuenta que los niños DEBEN desarrollarse integralmente en todas las dimensiones: fìsica, mental, emocional, social, valòrica y espiritualmente, con las mismas OPORTUNIDADES Y POSIBILIDADES DE TODOS.
La actitud y las expectativas de los padres
influyen en gran manera, en el rendimiento académico y en la conducta
social de todas las personas porque ellos son los primeros en
proporcionar todo el amor y la comprensión que necesita para formarse
como un adulto seguro, feliz e independiente .
Por Carina Aida Di Fresco Tala
Publicado en yosoyigualydiverso.wordpress.com