¿Cuánto jugamos con nuestros hijos?
No, no se trata de juegos de mesa,
ni siquiera de saltar o corretear. Se trata de ejercer un placer
compartido, sin agenda ni propósitos explícitos.
Sabemos que el juego es una actividad en la cual los padres debemos
estar involucrados con los hijos por diferentes razones psicológicas y
físicas, pero ¿qué pasa cuando uno no le nace esta actividad?
¿Hay diferencias entre
papás y mamás en ese sentido? Pues parece que sí. Resolver algunas de estas inquietudesy otras variables
son analizadas en la siguiente entrevista del Dr. Roberto Lerner
Para saber más acerca de este tema y otros, entra a: http://blogs.educared.org/espaciodecrianza/