Este juguete educativo se compone de piezas de diferentes colores, de varios tamaños (pequeños y medianos) y de diferentes formas (redondas, triangulares, rectangulares, cónicas), cuyo objetivo es que el niño a partir del año hasta los 5 años lo manipule potenciando con ello sus:
- capacidades visiomotrices,
- su inteligencia,
- su creatividad,
- aumente su capacidad de concentración,
- favorece su autoestima
- y su autosuficiencia.
Las construcciones a cada edad
Esta manipulación variará en función de la edad, por lo tanto el juego se irá haciendo más rico conforme el niño vaya ganando en madurez y su creatividad sea más rica.Es un juguete que ofrece muchas posibilidades desde los 12 meses hasta los 5 años de edad
Al principio, cuando es más pequeño te puedes poner junto a él y mostrarle qué puede hacer con las piezas (sigue las ideas que te doy en los siguientes párrafos).
Le puedes mostrar a modo de pistas lo que puede hacer, pero sin usar palabras y sin ser restrictivo.
Y ya verás como conforme vaya jugando y practicando te sorprenderá con nuevas posibilidades manipulativas y construcciones.
Fomenta su iniciativa
Deja que por propia iniciativa el niño te quiera imitar, o tal vez te ofrezca sus propias variaciones según su propio criterio y creatividad.Por ejemplo le puedes mostrar cómo golpear una pieza con otra y él tras observarte decide coger las piezas y tirarlas al suelo, para luego recogerlas y volverlas a tirar.
Pues bien, celebra su propia iniciativa, le puedes decir: – Sí es buena idea, también podemos jugar a eso-. Déjale hacer las cosas por si mismo, con ello estás fomentando su autoestima y fomentando el placer del juego y de ser autosuficiente.
A partir de los 12 meses
A los 12 meses de edad ofrécele al niño una de estas piezas. Pónsela en su manita y luego le pones otra pieza en su otra manita. Verás como el interés del niño se centrará en chocar los cubos y también en chuparlos.Por eso es importante que estos juegos de construcción cumplan con los certificados de calidad, en cuanto al material y a la pintura. Y si son de madera, mejor que de plástico pues ofrecen más resistencia, durabilidad y mas cualidades sensoriales para el desarrollo táctil del niño.
A partir de los 18 meses
A los 18 meses empezará a mostrar interés por apilar estas piezas, por construir pequeñas torres compuestas por dos o tres piezas como mucho.Una vez construida la pequeña torre centrará su atención en empujar las piezas para que caigan. Construir y derribar será un juego divertido para él.
Reíros juntos, celebra su iniciativa y luego participa con él en construir de nuevo.
Otra modalidad puede ser poner una pieza detrás de la otra de forma lineal en el suelo, formando un pequeño tren que puede empujar.
A partir de los 24 meses
A los 24 meses empezará a estar preparado para jugar con piezas de diferentes formas y apilarlas unas encima de las otras y construir diferentes construcciones, siempre bajo su propio criterio.Recuerda siempre, celebrar su iniciativa, anímale y no le impongas tu criterio de construcción.
De los 3 años hasta los 5 años
A partir de los 3 años hasta los 5 años estas piezas de construcción se pueden combinar con otros juguetes como coches, trenes, pequeños muñecos de la familia, animalitos, etc.Dando lugar a construcciones más complejas dentro de un contexto: un puente y por debajo pasa el tren, túneles por donde pasan los cochecitos, casas que forman calles, casitas donde viven animales, etc.
Todo ello puede ser parte de una pequeña ciudad, o de un zoo, etc.
Entretiene y fomenta su desarrollo
Los juegos de construcción no son solamente un montón de piezas que desparramar. Además de entretenerlos, tienen múltiples ventajas para su desarrollo motriz y cognitivo. Y si también les dejamos hacer las cosas por si mismos, con ello estamos fomentando su autoestima, fomentando el placer del juego y de ser autosuficiente.¡Cualidades todas ellas muy importantes en la edad adulta!