El comité de Latinoamérica en la
Asamblea mundial expresaron su preocupación por lo que está pasando en
muchos países a nivel de las escuelas infantiles, donde se está
sobreescolarizando la educación de los primeros años con normativas y
programas rígidos, además de estándares, mapas de progreso y otros.
Compartimos con ustedes el documento titulado: “Declaración mundial a
favor del juego y del derecho del niño a aprender jugando”, que se
generó durante el último Congreso Internacional de OMEP, en la Ciudad de Gotemburgo Suecia, del 11 al 13 de agosto de 2010.
Su
presidenta Ingrid Pramling, desatacada académica y especialista en
desarrollo sustentable ofreció como sede la Universidad de Gotemburgo,
siendo el nombre del Congreso:
los niños ciudadanos de un mundo lleno de desafíos.
A este evento asistieron 72 países de los cinco continentes, dándose
una gran asistencia de los países europeos. De Latinoamérica estuvieron
presentes: Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Panamá,
y Uruguay.
Dado el tema del Congreso, parte importante de éste se abocó a los
aspectos teóricos y prácticos de lo que significa un desarrollo
sustentable en sus tres componentes: lo económico, lo ambiental y lo
social. Igualmente se presentaron investigaciones y experiencias
prácticas que se están haciendo en este campo, en todo el mundo. También
se ofrecieron para los asistentes visitas a jardines Infantiles.
La discusión se llevó a nivel mundial.
Destacados
especialistas de Suecia, Finlandia e Inglaterra, expresaron que ello
estaba pasando también en sus países. A raíz de ello, se planteó hacer
una declaración mundial sobre el tema para lo que se designó una
comisión redactora representando a los tres idiomas de la OMEP
(español, inglés y francés), siendo el documento resultante, aprobado y
leído como conclusión de este Congreso. Este documento titulado: “Declaración mundial a favor del juego y del derecho del niño a aprender jugando”
es de por si tan elocuente en cuanto a su contenido y el imperioso
llamado que hace a no perder de vista los aspectos esenciales de la
educación de la primera infancia, que pensamos que no admite mayores
comentarios. Lo importante, es difundirlo entre nuestros colegas y
llevarlo a la práctica en nuestros ámbitos laborales.
