EDUCANDO PARA LA PAZ

Un programa que tome en cuenta "Educar para la paz" debe desarrollar actitudes positivas para la convivencia, la comunicación, la tolerancia y la aceptación de responsabilidades, a fin de propiciar el desarrollo armónico de los niños dentro de un marco de paz social. 

Con esta premisa los niños se formarán en un ambiente de colaboración, de donde se tornarán habituales las posibilidades de reflexión y participación, por lo que se desarrollará en el un espíritu crítico y al mismo tiempo objetivo para apreciar los más diversos hechos sociales asumiendo responsabilidad en la solución de los problemas que se le presenten.

6 puntos clave del Manifiesto para una Cultura de Paz

Un programa de Educación para la Paz debe tomar en cuenta actividades que propicien la reflexión y la participación como también las características y condiciones del desarrollo del pensamiento infantil en el que debe tomarse en cuenta actividades que propicien la reflexión y la participación como también las características y condiciones del desarrollo del pensamiento infantil en el que debe tomarse en cuenta que el niño reflexiona en forma intuitiva en torno a situaciones concretas.

Cada ser humano tiene sus propias características. Es ahí donde surgen los problemas, porque algunas características, necesidades o puntos de vista, no siempre son acordes con los de los demás, incluso dentro de la misma familia. 

 

Respetar en educación no significa dejar al niño hacer lo que quiera y crecer sin pautas ni directrices de convivencia armónica y moral. Por el contrario implica conocer sus potencialidades u sus deficiencias para encauzarlas hacia en fin común que es el bienestar y separa todos, reconociendo los propios derechos y los de los otros. 

 

Por Rosa Rodriguez Jaén. Lic en Educación Inicial. Caracas- Venezuela. 6-9-2012.