Los niños conseguirán, con su evolución, la autonomía que les permita, siempre que puedan, jugar con sus iguales. Ese es el objetivo al que hay que llegar poco a poco.
Pero hay momentos en los que los padres somos sus mejores compañeros de juego. Por supuesto, en su primera infancia los padres somos su modelo primero al jugar. Ello nos debe estimular para mostrarles alegría, así identificarán siempre el juego como algo placentero.
La veloz multiplicación de sus neuronas y la creación íntima de sensaciones infinitas, harán que crezcan sanos emocionalmente. Por eso debemos tomarnos el tiempo necesario para estar con ellos de pequeños. Podemos pintar con dedos, componer canciones, improvisar representaciones, saltar, columpiarles.... Si tenemos tiempo, mejor; y sino es fundamental que aunque sea poco, hagamos uno especial para jugar con ellos.
Si no, no nos olvidemos de que hay juegos que nos permiten ir haciendo algunas otras cosas mientraslos acompañamos. Los pequeños poseen un sentido “radar” que capta cuando no les atendemos (mucho más si no los miramos). Si estamos agotados, podemos inventar juegos que exijan menos energía (jugar a robots con órdenes lentas, a ser esposado mientras me tumbo porque soy un jefe indio apresado, a conversaciones juguetonas del tipo ¿"VEO ,VEO"?, dibujar o leer...). A los niños no les puede faltar lo más importante : jugar. Y si es lo más importante de su vida, ¿ nos lo vamos a perder los padres?.
Algunos trucos de padres que juegan con sus hijos:
• A veces consigo una caja grandísima de cartón ( como de un frigorífico) y decido con mi hija pequeña en qué la convertimos. Un tren, un autobús, un coche, una tienda...
La decoramos, hacemos agujeros, puertas, etc. Cambiada de posición nos vale para otros días en los que será la casa de una bruja o un supermercado.
• Cuando los niños y las niñas tienen edad suficiente , llevamos maderas, tornillos, herramientas al patio, al jardín o a un cuarto para ello y dejamos que construyan.
• Cuando mi hijo era pequeño y yo estaba de viaje por trabajo, le dejaba grabado cuentos con mi voz en una cinta casette.
• Un gran cajón o baúl. Varias telas, ropas de ayer y a disfrazarse.
• Una caja. “mil” miniaturas (cosas, cochecitos, muñecos...) un mundo entero metido en una caja
¿ Qué inventarán con todo ello?
• Cuando no sé dónde colocar tantos peluches, los cuelgo. Les pongo una argollita o un pequeño agarrador de tela y un gancho inofensivo en la pared o los paso por un hilos y los cuelgo como guirnaldas. A veces los coloco en la estantería separando libros.
• Jugamos a hacer móviles colgantes con cualquier cosa. Uno de los que más le gustó estaba hecho con fotos de la familia (primos, tíos, abuelos ).
• Páginas de cuentos que se rompieron, cajas de juegos gastados o cualquier foto grande, pegados sobre cartón duro y recortado en piezas grandes o pequeñas ( según la edad ), son un magnífico puzzle.
• Los tapones de frascos de cremas, champúes, botellas... se lavan y secan bien, y son piezas multicolores para apilar o hacer construcciones.
• Los albumes que regalan en el revelado de fotos, me sirven para hacer cuentos. Recortamos juntos fotografías de revistas ( animales, coches, personas, objetos), las ordenamos, las metemos en el album y a inventar historias.
• Cuando se acaban las pilas de un juguete; si las dejas un rato (protegidas lógicamente) sobre un radiador, vuelven a funcionar. ¿magia?
• Para los más pequeños, bañarse rodeado de juguetes es un placer. Después, escurrirlos queda para nosotros casi siempre y es un rollo. Nosotros lo hemos solucionado con una bolsa de malla ( como las de naranjas pero más bonita ) colgada a la pared de su bañera con una ventosa. Los niños meten los juguetes y se secan solos.
Publicado en informapadres.com