Durante el desarrollo de nuestras propuesta establecemos una dinámica de trabajo que re-define la posición del educador, su intervención, el lugar del educando, la apertura frente a los conocimientos a elaborar y las pautas para la elaboración y el compromiso en el tratamiento de las temáticas.
Motivados por este deseo, establecemos un espacio permanente dentro y fuera del aula para que los chicos desarrollen de manera habitual la observación, la manipulación y la experimentación en situaciones reales.
Salir, explorar, investigar, conocer distintos ambientes son formas de abrir la escuela al mundo y un modo de que los niños tengan experiencias fuera del ámbito del hogar.
Adoptamos para la planificación de las actividades principales la modalidad de talleres, desde el aporte de ciudadanos reales (los talleristas) que se acercan a la Institución a socializar sus saberes y a dar cuenta de su biografía escolar y laboral; en los cuales, padres de la Institución, expertos, profesionales en diferentes áreas, del Arte y las Ciencias, coordinan actividades de aprendizaje diversas.
En ellos, docentes, padres, adultos trabajadores y profesionales en general, desarrollan:
Experiencias, situaciones y momentos constantes que estimulan la reflexión, la creatividad y la apropiación del lenguaje propio de cada Área del Conocimiento en el recorrido del Taller, así como también desafíos e interrogantes a recuperar en el trabajo áulico.
· La formación de un sujeto con clara identidad histórica, con competencias para la participación social, y con libertad para desarrollar su creatividad cultural.